Los franciscanos en Estudios de Historia Novohispana
Los franciscanos en Estudios de Historia Novohispana
En 2024 se cumplen 500 años de la llegada de los 12 franciscanos que dieron inicio formal a las tareas evangelizadoras en la Nueva España, si bien desde 1523 tres compañeros suyos habían llegado en avanzada. Con motivo de esta efeméride, queremos ofrecer a nuestros lectores un recuento de la presencia franciscana en Estudios de Historia Novohispana. Cabe destacar que un artículo dedicado a esta temática apareció en el número inaugural de 1966, mientras que el más reciente es de 2021. En ese lapso, se han publicado en nuestra revista 15 artículos que abordan algún personaje o alguna cuestión relacionada con esta orden religiosa. En buen número de los trabajos, los frailes, sus diversas tareas, sus obras y sus conventos constituyen el tema medular; también hay textos en los cuales los seráficos ocupan un espacio importante, pero lo comparten con otros protagonistas.
Desde una perspectiva cronológica, podemos decir que en los primeros números el tema era casi obligado, pues del fascículo 1 al 6 —entre 1966 y 1978— se dedican a él cinco artículos. Después, los franciscanos aparecen con menor frecuencia, pero están presentes en todas las décadas. Al respecto, en la de 1980, se publicó un artículo; en la de 1990, dos; en la de 2000, dos; en la de 2010, tres, y van dos en la de 2020.
Entre los personajes que aparecen en las páginas de nuestra revista predominan los frailes del siglo XVI. Hay seis artículos acerca de ellos; dos se ocupan de fray Pedro de Gante; en los demás se aborda a algún destacado religioso de la etapa fundacional —fray Toribio de Benavente, Motolinía, fray Alonso de Molina, fray Bernardino de Sahagún y fray Jacobo de Tastera—.
Sobre asuntos referentes a la labor misional, hemos publicado cuatro artículos; uno de ellos se dedica a un área ocupada por frailes de las provincias; los otros tres se abocan a zonas atendidas por los Colegios de Propaganda Fide. En lo referente a las regiones, hay estudios sobre dos enclaves de presencia seráfica exclusiva durante el siglo XVIII, Nuevo Santander y Alta California. Los trabajos sobre el Nayar y la Sierra Gorda tienen una perspectiva de larga duración; en ellos puede verse que la actuación de los franciscanos fue muy destacada, pero también intervinieron otros religiosos. Hay dos trabajos dedicados a los conventos tempranos de San Francisco en la Ciudad de México y a analizar su influencia.
<pAparecen, también, temas que resultan originales en la historiografía seráfica. Tenemos un breve texto sobre el intento de crear la provincia eremítica de la Insulana a mediados del siglo XVI. También publicamos un trabajo relativo a la situación de tensión imperante en Querétaro entre los franciscanos y las élites locales durante la segunda mitad del siglo XVII. Asimismo, editamos una investigación sobre las escuelas de Yucatán en el siglo XVI en las que los seráficos tuvieron un papel protagónico.
Inicia el listado de autores interesados por el franciscanismo el fundador de nuestra revista, Miguel León Portilla. Pronto intervienen otros investigadores del área de historia colonial del Instituto de Investigaciones Históricas, como Ernesto de la Torre Villar y Josefina Muriel. Años más tarde, se les une Patricia Osante. Algunos de los primeros trabajos aparecen firmados por franciscanos dedicados al estudio de su propia orden, es el caso de Fidel Chauvet y Lino Gómez Canedo. Hay también un artículo de Antonio Rubial García, quien mostraba especial interés por los seráficos en la etapa temprana de su carrera académica. Contamos con un artículo de Patricia Escandón Bolaños, investigadora reconocida por su amplio conocimiento de esa orden. Participa igualmente Ascensión Hernández de León-Portilla, experta en lenguas indígenas y en el papel de los franciscanos en su estudio. Robert H. Jackson, investigador con experiencia en diversas zonas misionales, es autor de dos artículos, uno en coautoría con Anne Gardzina. Tenemos un trabajo de Martín Ramos Díaz, autor abocado a la literatura y la educación del sureste novohispano, otro de Estefanía Yunes Vincke, investigadora dedicada al contacto cultural entre los indígenas y las órdenes mendicantes, y uno más de Gabriela Rodríguez Sandoval, basado en su tesis doctoral. Por último, puede mencionarse un artículo en coautoría de dos investigadores versados en el estudio de las órdenes religiosas y en la historia urbana, Jessica Ramírez Méndez y Rossend Rovira Morgado. Ellos entablan un diálogo interesante con otra autora de nuestra revista, pues en un reciente artículo (2021) “responden” al trabajo de Josefina Muriel (1978) referente a la ubicación de los primeros conventos franciscanos en la capital novohispana y realizan su propia propuesta de localización de San Francisco el Viejo y San Francisco el Nuevo con lo cual hacen un replanteamiento respecto a la traza de esta urbe.
En cuanto a los documentos relativos a esta temática, tenemos dos trabajos en nuestra revista en los que se realiza un acercamiento a textos sugerentes. El primero es un análisis realizado en 1974 por Ignacio del Río, investigador de nuestro instituto experto en el norte novohispano, acerca de un informe de fray Juan Ramos de Lora datado en 1772. También como parte de la sección “Documentaria”, José Refugio de la Torre Curiel, buen conocedor de la labor de esta orden religiosa publicó en 2018 el trabajo “El Confesional en Carmeleño. Una ventana a la relación entre franciscanos e indios Rumsen en las misiones de California”.
Finalmente, contamos con seis reseñas de libros acerca de distintos aspectos de la actuación de los frailes seráficos. Entre los autores y los reseñistas encontramos nombres ya familiares, y los de otros investigadores dedicados a la orden de San Francisco y a la historia de la Iglesia. La primera apareció en 1966 y fue realizada por Josefina Muriel para dar a conocer el libro de Bartolomé Aparicio Sánchez Parejo titulado Vida y milagros del glorioso confesor de Cristo, el padre fray Sebastián de Aparicio, fraile lego de la orden de San Francisco, de la regular observancia. Hasta 1991 tenemos una nueva reseña —ahora de Patricia Escandón— al libro de Richard E. Greenleaf, Zumárraga y la inquisición mexicana, 1536-1543. Ernesto de la Torre Villar es autor de un texto (1994) referente a un importante libro, coordinado y editado por Francisco Morales O. F. M., Franciscanos en América. Quinientos años de presencia evangelizadora. Pasaron bastantes años hasta que Guadalupe Curiel D. publicó en 2006 una reseña que tituló “Una obra desconocida del franciscano Juan Agustín Morfi”. De la autoría de Antonio Rubial es el trabajo que analiza el libro Indios y misioneros en el noreste de la Sierra Gorda durante la época colonial, de María Teresa Álvarez Icaza Longoria. La reseña más reciente que publicamos referente a este tema la realizó Ismael Jiménez Gómez, en 2022, y trata acerca de la obra de José Refugio de la Torre Curiel y Gilberto López Castillo que lleva por título Jesuitas y franciscanos en las fronteras de Nueva España, siglos XVI-XIX.
Esperamos que este texto sirva como una invitación a leer y a releer estos trabajos. A través de nuestra revista los interesados podrán acceder a textos que abarcan más de 50 años de historiografía referente al franciscanismo. El lector podrá identificar a los autores y los temas más relevantes; asimismo podrá constatar la versatilidad de los aspectos analizados, una mayor diversificación de los investigadores dedicados a esta orden religiosa y cómo ha cambiado al paso del tiempo el lenguaje empleado por los autores para referirse a los frailes seráficos.
Cómo citar
María Teresa Álvarez Icaza Longoria, "Los franciscanos en Estudios de Historia Novohispana”,Estudios de Historia Novohispana (2024), https://novohispana.historicas.unam.mx/index.php/ehn/los-franciscanos-en-ehn
Créditos
Recopilación y presentación
María Teresa Álvarez Icaza Longoria
Cuidado editorial
Hilda Leticia Domínguez Márquez
Artículos
1.- León-Portilla, Miguel. “Significado de la obra de fray Bernardino de Sahagún”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 1 (1966): 1-18. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1966.001.3203
Este trabajo fue leído por su autor en la Universidad de Salamanca, España, en la ceremonia de conmemoración de fray Bernardino por sus años de estudiante en esa casa de estudios. Aunque inicia declarando que el trabajo se ocuparía de la vida y obra de uno de los más ilustres hijos de la Universidad de Salamanca, poco después aclara que su propósito no era presentar su biografía, sino centrarse en el significado de sus investigaciones antropológicas e históricas entre los pueblos de idioma náhuatl. Subraya que Sahagún adquirió un rico bagaje intelectual en Salamanca, en la época de su máximo florecimiento humanista. En 1529, este fraile entró en contacto con la realidad cultural de la Nueva España y se hizo famoso por la rapidez y la facilidad con la que llegó a aprender a la perfección la lengua mexicana. Dedicó muchos años de su larga vida a buscar información; recogió testimonios de los indios acerca de todos los puntos fundamentales de la cultura, tanto intelectual como material de los nahuas, y fue un gran estudioso de sus códices. El autor destaca su papel como el creador de una metodología en el campo de la investigación histórica y antropológica. Concluye que este “genial franciscano” fue un humanista extraordinario y un trabajador incansable.
2.- Chauvet, Fidel. “Fray Jacobo de Tastera, misionero y civilizador del siglo XVI”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 3 (1970): 1-16. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1970.003.3223.
El autor define a fray Jacobo de Tastera como uno los “ilustres misioneros” de México en el siglo XVI. De él destaca que se distinguió por “su gran amor a la razón indígena”, de la que hizo una “valiente apología”, por sus “novedosos métodos de civilización” y por sus extensas correrías “en beneficio de los indios”. El autor explica que los antiguos cronistas franciscanos —Mendieta, Torquemada y Vetancourt— habían realizado breves biografías de este personaje, pero que él se propuso reunir algunos datos adicionales “de tan egregio civilizador”. Destaca que se dedicó al adoctrinamiento de los indios por medio de intérpretes utilizando pinturas y representaciones teatrales “con magníficos resultados”.
3.- Torre Villar, Ernesto de la. “Fray Pedro de Gante, maestro y civilizador de América”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 5 (1974): 1-81. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1974.005.3252.
El autor realiza una semblanza de fray Pedro de Gante, con motivo de los 400 años de su muerte para que México reconociera su “extraordinaria labor” y le hiciera justicia. Explica que una prioridad para el fraile fue el aprendizaje del náhuatl y que a través del conocimiento del idioma náhuatl “pudo penetrar al espíritu y el corazón de los indios”. Se adentró en la cultura de los naturales y “fue ganado por ese mundo al que comprendió en plenitud”. Subraya que se había propuesto atraer al cristianismo al mayor número posible de indios y había logrado conversiones masivas. Aportó a los indígenas otros elementos de la cultura europea dado que estableció talleres artesanales y centros de adiestramiento en las artes plásticas y la música. Subraya que era un hombre humilde y sencillo, pese a que tenía sangre real, y que entregó su vida a plantar en México la fe y la cultura. Señala que su papel se equipara o supera el de las grandes figuras de la etapa fundacional de la Iglesia novohispana, a quienes define como “los más tenaces defensores de los indios”. Describe que a su muerte los indios “lo lloraron como a un padre”. Incluye un apéndice documental de considerable extensión.
4.- Muriel, Josefina. “En torno a una vieja polémica. Erección de los primeros conventos de San Francisco en la ciudad de México. Siglo XVI”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 6 (1978): 1-40. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1978.006.3263.
La autora explica que por la escasa información disponible, la erección del convento de San Francisco de México, en el temprano siglo XVI, presenta una serie de retos al historiador de la época novohispana. Eso lo explica dado que los primeros frailes se dedicaron a la conversión y defensa del indio, por lo que prestaron más atención a los estudios históricos etnográficos y lingüísticos que a consignar datos de sus primeras casas y templos. Este trabajo tiene como objetivo precisar dónde estuvo ubicado el primer convento de San Francisco de México por medio del estudio de un plano y de las actas del cabildo capitalino. Muriel concluye que estuvo situado en la manzana que actualmente forman las calles de Justo Sierra, al norte, República de Guatemala, al sur, del Carmen, al oriente y de República Argentina, al poniente. Según la investigadora, se había elegido el sitio del arrasado templo de Huitzilopochtli, lo cual tenía un profundo simbolismo religioso y político. Señala que se trató de una edificación de nulo valor arquitectónico, que tuvo una existencia efímera porque estaba enclavado en el territorio español, no en el indígena. Por esta razón, los franciscanos se mudaron a una ubicación distinta en donde hicieron construcciones bastante sencillas. Al final incluye una versión editada del documento que permite conocer la petición del 1585 del provincial del Santo Evangelio ante la Audiencia para que presentaran ante el rey la solicitud de apoyo para edificar instalaciones dignas.
5.- Rubial García, Antonio. “La Insulana, un ideal franciscano medieval en Nueva España”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 6 (1978): 1-8. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1978.006.3264.
El autor explica que, a mediados del siglo XVI, la labor misional de los franciscanos se encontraba en plena etapa expansiva y había una buena situación moral entre los frailes. Aun así, esta orden planteó crear una provincia eremítica en la Nueva España que sería nombrada la Insulana, en honor a fray Andrés Insulano, general franciscano de esa época que les dio autorización para hacer la fundación. En la erección estuvieron involucrados frailes de la provincia de San Gabriel, que contaba con una sólida tradición eremítica. Tenían la esperanza de que la vida en soledad les permitiera lograr mayor fidelidad al ideal franciscano. La fundación de casas con una disciplina más rígida era la respuesta de un grupo de religiosos ante una situación de cierto relajamiento en el voto de pobreza. También se reconocían las flaquezas de un proyecto que había puesto muy altas expectativas en la cristiandad indiana. Los frailes insulanos buscaron un lugar adecuado para llevar a cabo este proyecto, pero en todos lados las personas acudían a ellos en busca de atención, por lo cual decidieron regresar a su provincia para continuar apoyando la labor misional y dejar de lado el ideal de vida contemplativa.
6.- Gómez Canedo, Lino. “Huicot: antecedentes misionales”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 9 (1987): 95-145. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1987.009.3306.
El autor explica que este trabajo fue escrito originalmente como introducción a una publicación en la que se daría a conocer un conjunto de documentos referentes a la historia de las misiones de la sierra de Nayarit. El proyecto no se había realizado, por lo cual Gómez Canedo había decidido publicarlo con el propósito de dar una visión panorámica sobre ese tema. Utiliza el nombre Huicot para designar a la región habitada por huicholes, coras y tepehuanes. Se trataba de un territorio de difícil acceso que abarcaba el centro de Nayarit, el norte de Jalisco, el sureste de Zacatecas y el sur de Durango. Los primeros intentos misionales los efectuaron los franciscanos en el siglo XVI desde la Nueva Galicia y Zacatecas. Estos protagonistas continuaron su actividad durante la siguiente centuria y a ellos se sumaron más adelante las incursiones de los seráficos provenientes de Durango. El autor da bastantes detalles de las expediciones franciscanas de los siglos XVI y XVII y luego da cuenta de la actuación de los jesuitas en esta región. Por último, explica las acciones de los franciscanos en el Nayarit viejo y en la zona en la que sustituyeron a los miembros de la Compañía en la región que denomina Nayarit nuevo. Lleva el análisis de la presencia de los seráficos hasta bien avanzado el siglo XX. Un aspecto interesante es que expone las fuentes para el estudio de cada etapa y da los datos del acervo en el que se ubican.
7.- Osante, Patricia. “Presencia misional en Nuevo Santander en la segunda mitad del siglo XVIII. Memoria de un infortunio”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 17 (1997): 107-135. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1997.017.3454.
Este estudio se centra en los esfuerzos misionales de los franciscanos en el Nuevo Santander, a mediados del siglo XVIII. La autora hace un relato detallado de la tarea evangelizadora de la Compañía de Jesús en el noroeste de la Nueva España, donde la problemática entre los jesuitas y los colonos se había ido complicando cada vez más. Esto llevó a que el marqués de Altamira y otros funcionarios virreinales propusieran crear un nuevo modelo colonizador para el septentrión novohispano. Para llevar a cabo una mejor integración del territorio del Seno Mexicano a la Nueva España fue elegido José de Escandón. En este proyecto de colonización se restringió notablemente la intervención de los frailes en los asuntos espirituales y temporales de los naturales. La evangelización de los indígenas del Nuevo Santander le fue encargada a los misioneros franciscanos del Colegio de Propaganda Fide de Guadalupe de Zacatecas. Ellos estuvieron en esta región entre 1749 y 1766. Su labor enfrentó grandes limitaciones, pues ni siquiera les asignaron las tierras necesarias para establecer las misiones. Ante el fracaso de su proyecto las autoridades del instituto zacatecano decidieron abandonar el territorio. De manera paralela Escandón fue destituido del cargo, acusado de haber ejercido un poder abusivo y centrado en su propio beneficio. Este estudio comparativo concluye que la colonia Nuevo Santander fue el único espacio donde el gobierno central redujo la importancia del sistema misionero como instrumento colonizador.
8.- Jackson, Robert H. y Anne Gardzina. “Agriculture, Drought, and Chumash Congregation in the California Missions (1782-1834)”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 19 (1998): 69-90. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1998.019.3484.
Entre 1772 y 1804, los franciscanos establecieron cinco misiones dentro de las comunidades chumash de Alta California. En el artículo se subraya que los franciscanos introdujeron nuevos códigos de conducta social y un régimen de trabajo que se hacía cumplir por medio de castigos corporales, lo cual llevó a la muerte de miles de chumash. Los expertos han intentado determinar por qué los chumash abandonaron su estilo de vida tradicional para trasladarse a estas misiones. Los autores analizan la hipótesis de que los chumash enfrentaron una escasez de alimentos que les hizo trasladarse a los misiones en busca de un suministro de víveres más confiable. Ellos postulan que las variaciones en el régimen de lluvias no provocaron una escasez crítica de alimentos; sin embargo, la introducción del ganado por los misioneros franciscanos pudo haber llevado a diversos cambios en el ecosistema que redujeran a los indios la disponibilidad de alimento proveniente de plantas silvestres. También proponen considerar factores de otra índole como la disrrupción social y cultural experimentada por los indios. La mitad del espacio del artículo lo ocupan varias tablas que sostienen lo que se señala en el texto.
9.- Ramos Díaz, Martín. “Idólatras y mentores. Escuelas en el Yucatán del siglo XVI”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 28 (2003): 37-60. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2003.028.3586.
El artículo contribuye a comprender los orígenes de la historia educativa de una región al sureste de la Nueva España. El autor explica que la convicción de los franciscanos en Yucatán de poder erradicar la idolatría a través de la educación condujo a fundar un importante número de escuelas elementales en los conventos de la provincia a mediados del siglo XVI. Después impulsaron estudios de gramática para indios en las últimas décadas de ese siglo y finalmente sentaron las bases para la creación de un colegio en donde se formaron los criollos. Los franciscanos aprendieron el lenguaje local e introdujeron la tradición educativa en la que ellos mismos fueron educados. La insistencia de los religiosos dio como resultado una generación de indios mayas políglotas. Se narran las acciones educativas de varios franciscanos en diversas zonas de la península yucateca. También se analiza la temprana iniciativa jesuita para fundar una institución dedicada a la educación superior en Mérida.
10.- Hernández de León-Portilla, Ascensión. “Fray Alonso de Molina y el proyecto indigenista de la Orden Seráfica”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 36 (2007): 63-81. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2007.036.3652.
La autora subraya que Molina fue el autor del siglo XVI que logró imprimir el mayor número de escritos acerca de la lengua náhuatl. Habla del “sentido trascendente” que lo motivó en su labor pastoral y en el estudio de la lengua mexicana, que respondía al espíritu de la misión franciscana, teñida de un matiz especial: el de acercamiento y fusión con los naturales, principio del indigenismo. Plantea que tal hecho fue posible gracias al talante de los primeros franciscanos, imbuidos de la reforma del santo Evangelio, poseedores de una piedad intensa y de un franciscanismo riguroso, en el que se vivía hasta lo profundo la humildad, la pobreza y un nuevo deseo, el de aprender lenguas, para acercarse a los naturales.
11.- Jackson, Robert H. “The Chichimeca Frontier and the Evangelization of the Sierra Gorda, 1550-1770”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 47 (2012): 45-91. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2012.047.35925.
Los franciscanos del Colegio Apostólico de San Fernando de México establecieron cinco misiones para los pames de la región de la Sierra Gorda, en lo que hoy es el estado de Querétaro, y dirigieron la edificación de templos con vistosas fachadas. Sin embargo, estas misiones no fueron las primeras en esa región: agustinos y dominicos también establecieron misiones ahí desde mediados del siglo XVI. En una primera parte, este trabajo documenta las misiones iniciales en la Sierra Gorda. Después se dedica al desarrollo de las misiones franciscanas de mediados del siglo XVIII entre los pames. Finalmente, hace apuntes comparativos con otras áreas misionales en aspectos demográficos, urbanísticos y arquitectónicos.
12.- Escandón Bolaños, Patricia. “Secularización del poder local. Notables contra frailes en Querétaro, 1650-1700”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 50 (2014): 77-124. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2014.50.51389.
Surgido en el primer tercio del siglo XVI como pueblo de indios y doctrina franciscana, para mediados del XVII Querétaro había alcanzado un floreciente crecimiento económico y se había convertido en un pujante vecindario de españoles. La rectoría social y política –y hasta cierto punto económica– que desde el principio ejercieron ahí los frailes, fue disputada y a la postre ganada por una nueva y poderosa oligarquía local que, además, trocó el estatus del pueblo por el de ciudad y la dotó de cabildo formal. Este texto da cuenta de tal proceso.
13.- Yunes Vincke, Estefanía. “La Doctrina christiana en lengua mexicana de fray Pedro de Gante: una herramienta pedagógica para el Nuevo Mundo”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 59(2018): 118-147. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2018.59.63118.
Este artículo examina uno de los primeros textos pedagógicos cristianos escritos en náhuatl, la Doctrina Cristiana (1547-1553) compuesta por una de las máximas figuras del periodo de evangelización temprano, fray Pedro de Gante, cuya obra pedagógica, en opinión de la autora, no ha recibido atención suficiente. Se analiza cómo la Doctrina fue concebida como una herramienta didáctica dirigida a una audiencia de nobles nahuas que requerían una enseñanza cristiana más compleja. El contenido de la obra y la calidad de la traducción podrían señalar que Gante planeó esta obra como una herramienta para formar un futuro clero nahua. La Doctrina no sólo muestra la iniciativa y el ingenio de Gante para resolver complicados problemas pedagógicos, también pone al descubierto las ideas que el fraile tenía acerca de las capacidades intelectuales de sus estudiantes.
14.- Rodríguez Sandoval, Gabriela. “La herencia apocalíptica en fray Toribio de Benavente, ‘Motolinía’”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 63 (2020): 33-66. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2020.63.72637.
En la historiografía existe un debate sobre la posible influencia del joaquinismo y del milenarismo en los franciscanos que llegaron a América en el siglo XVI. Este artículo muestra otra vía para explicar sus inquietudes apocalípticas. En el Occidente cristiano persistió el anhelo de volver a encontrar el paraíso perdido antes del fin del mundo, y los esfuerzos se orientaron en proponer alternativas mesiánicas. Una de ellas fue el milenio del Apocalipsis de san Juan, pero al ser censurado surgieron diversas profecías que, de igual forma, referían un periodo de felicidad antes del fin, como la del emperador de los últimos días, la tercera época guiada por unos hombres espirituales de Joaquín de Fiore, etcétera. Desde el siglo XIII hasta el XVI, especialmente con Motolinía, el discurso franciscano utilizó estas profecías para explicar el devenir histórico y su propia historia.
15.- Ramírez Méndez, Jessica y Rossend Rovira Morgado. “De San Francisco el Viejo al Nuevo en la ciudad de México una propuesta de relectura de la primigenia traza española (1524-1525)”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 64 (2021): 161-205. http://dx.doi.org/10.22201/iih.24486922e.2021.64.76126.
Los autores de este artículo afirman que el emplazamiento de la primera casa de los franciscanos en la ciudad de México (1524-1525), lejos de estar completamente despejado, presenta aún profundos claroscuros para la investigación de los estadios más tempranos en la historia de la urbe novohispana. Se cuestionan las propuestas previas de localización de este prístino inmueble —Catedral y colindancias de la actual Plaza de la Constitución— a la luz del análisis de material archivístico inédito y en íntima conexión con varias fuentes cronísticas de factura indígena. Tras el examen de tales evidencias, se plantea que San Francisco el Viejo se ubicó en los predios relacionados con el antiguo convento de Santa Clara —Tacuba 29, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México—. Esta propuesta en torno a la primera ubicación franciscana pretende abrir la puerta para replantear la forma de pensar la organización urbana en estos primeros años después de la Conquista.
Documentos
1.- Río, Ignacio del. “Población y misiones de Baja California en 1772. Un informe de Fray Juan Ramos de Lora”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 5 (1974): 1-35. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1974.005.3245.
El documento —publicado en la sección “Artículos”— da cuenta de las condiciones en que se encontraba la Baja California en las postrimerías del periodo franciscano. Se trata de un informe sistemático y conciso realizado por fray Juan Ramos de Lora por solicitud del virrey Bucareli, en 1772. Como ya se habían efectuado varios trámites relacionados con el traspaso de las misiones a los dominicos, en el documento puede encontrarse un balance de la administración que llegaba a su término y una memoria de lo que los franciscanos se disponían a entregar a sus sucesores. Se describen tanto la situación de las misiones próximas a transferirse como de los escasos y dispersos núcleos de pobladores de origen español. La publicación de este documento tenía el propósito de dar a conocer un escrito original de Ramos de Lora que proporciona un interesante testimonio sobre una provincia marginal del imperio español. Tenía también el objetivo de rectificar la falsa atribución de este documento a José de Gálvez, como se había dicho en una publicación previa del Archivo General de la Nación.
2.- Torre Curiel, José Refugio de la. “El Confesional en Carmeleño. Una ventana a la relación entre franciscanos e indios rumsen en las misiones de California”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 58 (2018): 150-187.https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2018.58.63065.
En 1770, fray Junípero Serra fundó la misión de San Carlos Borromeo, en las inmediaciones del presidio de Monterrey —hoy Monterey—, en California. Al año siguiente, la misión fue trasladada a su ubicación definitiva en el río Carmelo, entre los indios rumsen. Mediante la transcripción y el análisis de un “Confesional en Carmeleño” preparado por un anónimo misionero del Colegio de San Fernando de México — posiblemente asociado a la época de fray Junípero Serra o Juan Crespi—, se da a conocer un valioso testimonio de una de las lenguas nativas de California según quedó registrada por los franciscanos a finales del siglo XVIII. Este manual es un texto bilingüe, castellano-rumsen, que, además de sus valores lingüístico y etnográfico, ofrece algunas pistas sobre las formas en que los misioneros identificaban algunas prácticas culturales de la población local.
Reseñas
1.- Muriel, Josefina. “Sobre Bartolomé Aparicio Sánchez Parejo, Vida y milagros del glorioso confesor de Cristo, el padre fray Sebastián de Aparicio, fraile lego de la orden de San Francisco, de la regular observancia”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 1 (1966): 1-3. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1966.001.3199.
2.- Escandón, Patricia. “Sobre Richard E. Greenleaf, Zumárraga y la inquisición mexicana, 1536-1543”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 11 (1991): 285-287. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1991.011.3332.
3.- Torre Villar, Ernesto de la. “Sobre Francisco Morales O. F. M. (coord. y ed.), Franciscanos en América. Quinientos años de presencia evangelizadora”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 14 (1994): 213-216. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.1994.014.3399.
4.- Curiel D., Guadalupe. “Una obra desconocida del franciscano Juan Agustín Morfi”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 35 (2006): 169-180. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2006.035.3647.
5.- Rubial García, Antonio. “Sobre María Teresa Álvarez Icaza, Indios y misioneros en el noreste de la Sierra Gorda durante la época colonial”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 58 (2018): 212-217. https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2018.58.63358.
6.- Jiménez Gómez, Ismael. “Sobre José Refugio de la Torre Curiel y Gilberto López Castillo, Jesuitas y franciscanos en las fronteras de Nueva España, siglos XVI-XIX”. Estudios de Historia Novohispana, núm. 66 (2022): 213-220.https://doi.org/10.22201/iih.24486922e.2022.66.77700.
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Fray Antonio Roldán, Los doce primeros franciscanos, fresco del Museo Local de la Evangelización-Exconvento de Huejotzingo, Puebla (fragmento), siglo XVI. Fotografía de Francisco Quijano Velasco.