Resumen
Siguiendo las indicaciones del Concilio de Trento, los prelados participantes en el Tercer Concilio Provincial Mexicano (1585) aprovecharon la ocasión para elaborar unos Estatutos del cabildo de la catedral. Al igual que los decretos del concilio, los Estatutos fueron enviados a Roma para su revisión y aprobación. La Congregación del concilio, después de la revisión, envío una carta a México en la que daba su aprobación, aunque senalaba algunas correcciones que se debían introducir tanto en los decretos como en los Estatutos. En el presente artículo se repasa brevemente el contenido de los Estatutos, se analizan las indicaciones que hicieron los curiales romanos, y se comprueba si efectivamente las correcciones fueron aceptadas y, por tanto, incluidas en la edición príncipe de los documentos conciliares de 1622.