Resumen
La primera frontera histórica de Norte América, es decir, el confín más antiguo del avance de la civilización al interior del continente, nació a mediados del siglo XVI, en el tropel de "los hombres del cuarenta y nueve", Forty-Niners, que siguió al descubrimiento de las ricas vetas de Zacatecas. Tal momento dramático, sembrado de hallazgos argentíferos en los años de 1546-1548, inició una serie, de fronteras novohispanas que con el tiempo llegarían hasta Nuevo México, Texas y la Alta California. Esta bonanza puso en movimiento una incesante migración de pioneros españoles, indios, negros y sus mezclas, en busca de oportunidades para asentar sus nuevos hogares en la tierra adentro. Fue un movimiento hacia el norte que se puede llamar mexicano -movimiento que aún no se ha interrumpido-; un "destino manifiesto" similar a la posterior expansión de Angloamérica hacia el Oeste.