Resumen
En la historia de la Nueva España, Zacatecas desempeña un papel relevante. Bien se conoce la trayectoria de la ciudad, fundada en 1546 por un puñado de capitanes vascos (de los cuatro fundadores, sólo Baltasar de Temiño de Bañuelos era castellano), en el sitio de ricas vetas de plata cuya existencia había sido descubierta por unos indios. Perdida en medio de desiertos cuna de tribus hostiles, precariamente conectada, en los principios, con la lejana capital y las zonas pobladas, la ciudad aparece muy rápidamente como núcleo último de civilización hispánica y el punto a partir del cual se procederá a un avance constante hacia el norte.