Resumen
Como es bien sabido, el repartimiento forzoso fue una institución de trabajo que, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta el primer tercio del siglo XVII, proporcionó mano de obra a una clase de empresarios más amplia que la de la encomienda. Los trabajadores indígenas debían asistir periódicamente al cuatéquitl, por tiempo limitado, recibiendo a cambio de su trabajo una remuneración económica establecida por las autoridades. Todos los hombres indios, excepto nobles, viejos, enfermos y niños, estaban obligados a prestar sus servicios a dicha institución. Los antecedentes del repartimiento forzoso se encuentran en la época prehispánica: durante el gobierno de Nezahualcóyotl, los maceguales tenían que cultivar las tierras de la colectividad, así como reparar y construir los edificios de su comunidad, especializándose cada calpulli en una, labor diferente.